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NOUVELLE CRITIQUE II: ROLAND BARTHES


Roland Barthes puede considerarse el representante más significativo de la nouvelle critique. Autor prolífico, con textos sobre literatura, publicidad, cine, música, moda…, ha manifestado en su obra intereses y orientaciones diversas como la lingüística, la política, la filosofía, el psicoanálisis o la teoría literaria.

En su producción se pueden distinguir, de manera muy simplificada, tres épocas más o menos delimitadas:

* Escritos publicados antes de 1960, de orientación sociológica y temática, en un sentido que también incluye la consideración de la psicología.
* Trabajos dados a conocer en la década de los 60, con un punto de vista estructuralista.
* Obra de los años 70, que supone el inicio del postestructuralismo, y en los que, más que la semiología, predomina el interés por la teoría del texto en sentido amplio.

1. PRIMERA ÉPOCA

1.1. Le degré zéro de l’écriture (1953). En la línea del pensamiento de Sartre sobre la situación social de la literatura y la responsabilidad del escritor ante la histo­ria, Barthes hace despender dicha responsabilidad de la “forma” y la escritura, más que de los contenidos. Barthes distingue tres conceptos:

* la lengua, (lo general) sistema de signos y horizonte natural del escritor,
* el estilo (lo individual) imágenes, léxico, elocución, que son producto del escritor
* la escritura, la cual implica la adopción, por parte del escritor, de un “tono”, una toma de postura que se convierte en un acto de solidaridad histórica.

Esboza una historia de la escritura francesa relacionando la forma literaria con la ideología: la escritura clásica y romántica fue la escritura burguesa; cuando el triunfo del capitalismo es ya definitivo y la división de la sociedad en clases evidente, es la época de la escritura pequeño-burguesa, el realismo; y hacia mediados del siglo XX, las crisis ideológicas llevan a una escritura silenciosa, blanca, neutra e inocente, de la que El extranjero de Albert Camus sería un claro ejemplo: Barthes la denomina de “grado cero”.

1.2. Michelet (1954), dedicado al historiador francés Jules Michelet (1798-1874), supone para Barthes el intento de “reen­contrar la estructura de una existencia (no digo yo de una vida), una temática, si se quie­re, o mejor todavía: una red organizada de obsesiones”. El libro engarza distintos fragmentos, una de las formas más frecuentes de escritura del propio Barthes, en lo que denomina precrítica: una manera de reflexionar acerca de una intuición, un tema, una idea…

1.3. Mythologies, (1957), conjunto de 53 textos escritos y publicados en la prensa entre 1954 y 1956, intenta analizar críticamente la ideología que subyace en diferentes manifes­taciones de la cultura de masas.

Para llevar a cabo tal análisis, Barthes se apoya en una concepción estructural (saussureana) según la cual las representaciones colectivas, como los mitos, deben analizarse como sistemas de signos

En “El mito hoy”, siguiendo el concepto de sistema connotativo de Louis Hjelmslev, Barthes considera el mito como un sistema connotativo cuyo significante es la propia lengua común y cuya significación connotativa es la ideología burguesa. Al signo connotativo resultante lo denomina Barthes signo mítico.

En Mythologies, la literatura, sobre todo la litera­tura tradicional, también aparece caracterizada como un mito (es decir, una forma de ideología). Barthes enfoca la literatura como un sistema semiológico segundo o connotativo.

2. ÉPOCA ESTRUCTURALISTA

Entre 1955 y 1960 Barthes trabaja como investigador de sociología en el CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique), y en 1960 empieza a enseñar en la École Pratique des Hautes Études, donde en 1962 es ya director de estudios de “sociología de los signos, símbolos y representaciones”. En 1976 se hace cargo de la cátedra de semiología literaria; y en 1977 pronuncia la lección inaugu­ral de dicha cátedra. Como dice Domínguez Caparrós, “Barthes estará siempre unido, pues, a la historia de la semiolo­gía” (2002, pág.279)

En sus trabajos aparecidos entre 1963 y 1966 se reúnen, desde el punto de vista teórico y programático, las ideas fundamentales de lo que se denomina nouvelle critique.

2.1. Sur Racine, (1963), generó una gran polémica con los críticos tradicionales. [Raymond Picard, especialista en Racine, recogió los documentos de esta polémica en Nouvelle critique ou nouvelle imposture (1965), y Barthes respondió en Critique et verité (1966), que constituye un auténtico manifiesto de la nouvelle critique]

En Sur Racine Barthes recoge tres estudios ya publicados:

a.“El hombre raciniano” en el que Barthes sugiere que el lenguaje del psicoanálisis es el único válido para hablar de un hombre encerrado como Racine.

b.“Recitar a Racine”, critica la forma habitual de interpretar el teatro de Racine, que intenta hacerlo expresivo. Para Barthes, la mejor forma de conservar a Racine es alejarlo, mantener las distancias respecto a su obra.

c.“¿Historia o literatura?” examina la forma tradicional de hacer historia literaria, disciplina a la que habría que llamar crónica, pues lo que se destaca es el autor, en una sucesión de monografías sobre autores, y en ella no se percibe la diferencia entre la historia y la crítica. Frente a esta forma de hacer historia, Barthes afirma que la literatura debe abordarse desde un punto de vista histórico, en cuanto institución que es, pero, además, es un acto de creación individual, y debe estudiarse como tal.

* El estudio de la literatura como institución corresponde a la historia literaria
* La literatura como acto de creación individual es objeto de la crítica.

2.2. Essais critiques (1964), es una recopilación de trabajos publicados entre 1953 y 1963.

a. “La actividad estructuralista” ilustra los fundamentos de una crítica literaria inspirada en el estructuralismo; para Barthes, un hombre estructuralista se caracteriza por un tipo especial de imaginación. El objetivo de toda actividad estructuralista es reconstruir un objeto, y la estructura es un simulacro del objeto, fruto del análisis estructural, que toma un objeto, lo descompone y lo recompone, y en ese proceso se genera algo nuevo, que es lo inteligible.

Estas operaciones de la actividad estructuralista se llaman recorte y ensamblaje. Recortar el objeto es encontrar en él fragmentos móviles que se relacionan mediante oposiciones. El ensamblaje es la operación por la que se fijan reglas de asociación entre los fragmentos aislados en el objeto de estudio. Así se llega a la construcción de un simulacro de la obra que manifiesta una categoría nueva del objeto, que es su carácter funcional, y, además, “saca a plena luz el proceso propiamente humano por el cual los hombres dan sentido a las cosas”.

b. “¿Qué es la crítica?” supone un intento de explicar en qué consiste la crítica literaria según los presupuestos estructuralistas. Al repasar la crítica literaria francesa, Barthes señala la inspiración del existencialismo (Sartre), del marxismo (L.Goldmann), del psicoanálisis (Charles Mauron) y del estructuralismo, que aprovecha el modelo lingüístico de Saussure, ampliado por Jakobson. Estas corrientes ideológicas son, según Barthes, utilizables, pero el crítico debe suscribir su elección ideológica y confesar, y no tratar de ocultar el parti pris.

Barthes afirma que la crítica es un discurso sobre otro discurso, un lenguaje segundo, o metalenguaje que se ejerce sobre un lenguaje primero, o len­guaje objeto (el de la obra que se trata de analizar). El carácter estructuralista de la crítica queda de manifiesto cuando Barthes asigna a su tarea un carácter exclusivamente formal, que no consiste en “descubrir” en la obra algo “oculto”, “secreto”, “profundo”, que hubiera pasado inadvertido hasta entonces, sino en “ajustar” el lenguaje que proporciona al crítico su propia época (existencialismo, marxismo, psicoanálisis) y el lenguaje elaborado por el autor en las condiciones que le proporciona su propia época. La crítica no tiene por qué reconstruir el mensaje de la obra.

c. “Las dos críticas”, es un ataque contra la crítica universitaria que emplea el método positivista. Barthes muestra su oposición al hecho de que la crítica universitaria no confiese su carácter ideológico y a que rechace todo análisis inmanente, porque se limita a establecer analogías entre la obra y la vida del autor, como si la obra tuviera que expresar forzosamente algo acontecido al escritor, con lo cual se ignora el sentido intrínseco y funcional de la obra, que es su única ver­dad, relativa e histórica.

2.3. Critique et verité (1966), es el auténtico manifiesto de la escuela formalista fran­cesa.

a. En la primera parte de la obra, dedicada a desmontar los principios de la crítica tradicional, Barthes señala como características de esta crítica, su funcionamiento según una serie de evidencias que no son discutidas, que forman el concepto de verosimilitud, y por otra parte, su incapacidad de crear símbolos. Las normas de la verosimi­litud, que Barthes cuestiona son la objetividad, el gusto y la claridad.

b. Frente a esta crítica positivista, Barthes desarrolla los postulados de la nueva crítica, en la que el crítico se convierte en escritor.

Barthes señala una evidencia que la crítica tradicional desconoce, y es que la obra no tiene uno, sino muchos significados. El sentido de una obra cambia a lo largo de la historia, y esta variedad se halla en la estruc­tura misma de la obra, y en esto es en lo que la obra es simbólica. El símbolo es constante, y lo que varía es la conciencia de la sociedad y los derechos que la sociedad le concede. La lengua simbólica, a la que pertenecen las obras literarias, es, por estructura, una lengua plural.

La multiplicidad de sentidos que tiene la estructura de la obra literaria permite dos discur­sos diferentes derivados de ella: el de la ciencia de la literatura (discurso general cuyo objeto es la pluralidad de sentidos) y el de la crítica literaria (discurso que busca dar un sentido particular a la obra). Barthes añade otra forma de dar sentido a una obra, la lectura, que define como “una donación silenciosa e inmediata de sentido”.

Frente a la lectura, la crítica literaria está mediatizada por el lenguaje intermediario de la crítica (psicoanalítica, estructuralista, sociológica, etc.) y el del propio crítico (el lector desea la obra y el crítico desea el lenguaje de la obra). La crítica literaria no trata, por consiguiente, de los sentidos, sino que produce los sentidos; no busca el fondo de la obra, puesto que éste no existe, sino que sólo puede continuar las metáfo­ras de la obra.

2.4. Systéme de la mode (1967) responde a un ideal de análisis estructural con vocación de descripción exhaustiva del objeto estudiado, en este caso la moda femenina a partir de los escritos que hablan de la moda; se trata, pues, de la moda escrita.

2.5. Elementos de semiología (1964) recoge la teoría semiológica que está en la base de los análisis detallados. Es un trabajo clásico sobre esta materia, inspirado en la lin­güística estructural de Saussure, Hjelmslev y Jakobson.


3. ÉPOCA POSTESTRUCTURALISTA

Las obras que Barthes publica a partir de 1970 dirigen ahora la atención hacia el texto, en detrimento del protagonismo anterior de la semiología de base lingüística.

3.1. S/Z (1970), donde Barthes intenta ilustrar y analizar uno de los fenómenos que aparecen señalados en Critique et verité: la pluralidad de sentidos de un texto; utiliza los conceptos metodológicos de lexía y código de significación.

La lexía es una unidad de lectura formada por un fragmento corto, de extensión variable donde pueden encontrarse tres o cuatro sentidos.

El código de significación es “cada una de las fuerzas que pueden apoderarse del texto”, los “temas” o grupos de artificios narrativos que predominan en un texto.

Domínguez Caparrós señala que “en esta obra Barthes teoriza, al tiempo que practica, una concepción nueva del texto. El texto recobra su valor etimológico y significa tejido, trenzado de sentidos diversos que vienen de estos códigos. No hay, pues, un sentido único del texto, sino una pluralidad de sentidos”.(2002, pág.288)

3.2. L’empire des signes (1970) escrito a partir de un viaje al Japón, Barthes analiza la cultura japonesa como si se tratara de un texto en el que, al desconocer la lengua, resulta fácil escapar a la ideología y, por tanto, analizarlo como puro siste­ma de signos, como un simple significante.

3.3. Sade, Fourier, Loyola (1971) es una análisis de la obra de estos autores como creadores de lengua, concibiendo la lengua como lugar donde se manifiestan sus deseos y preocupa­ciones. “Así, la lengua de Sade sería la lengua del placer erótico; la de Fourier, la de la felicidad social, y la de Loyola, la de la interlocución divina” (Domínguez Caparrós, 2002, pág 288)

3.4. Le plaisir du texte (1973) es un libro sobre la lectura y el texto, en que ya se hallaban reflexiones sobre el placer del texto, y en que el texto es enfocado desde la perspectiva del lector, su lengua y su inconsciente. Diferencia entre texto de placer (representado por la cultura y los clásicos) y texto de disfrute o jouissance (producto del trabajo sobre el lenguaje, de la escritura).

3.5. Roland Barthes par Roland Barthes (1975), es una autobiografía en que pasa revista a su vida, su actividad, sus obsesiones y deseos de la misma manera fragmentaria en que analiza los textos.

3.6. Fragments d’un discours amoureux, (1977) analiza todo el lenguaje e imaginaciones desplegadas en torno al tema del amor como si fuera un texto, un discurso. Hay mucho de psicoanálisis en este acercamiento al discurso amoroso, a partir del texto literario básico para su comen­tario, el Werther de Goethe.

3.7. Leçon (1978) es la publicación de la lección inaugural de la cátedra de semiología literaria, que Barthes ocupa en el Collége de France en enero de 1977. Trata de la literatura (escritura o texto) como trabajo de desplazamiento que se ejerce sobre la lengua, y como lugar de fuerzas de libertad, de las que Roland Barthes ana­liza tres: alojamiento de muchos saberes (mathesis), representación (mimesis) y juego de los signos (semiosis). Barthes resume su pensamiento sobre la semiología, sus relaciones con la lingüística, y la fragmentación y digresión como operaciones fundamentales de su enseñanza semiológica.

3.8. La chambre claire [ La cámara lúcida, en español] (1980), libro publicado después de su muerte, es un escrito sobre la fotografía.

4. VALORACIÓN DE LA OBRA DE BARTHES

El mismo Roland Barthes, en su autobiografía Roland Barthes par Roland Barthes (1975), establece distintas fases de su actividad

Barthes señala que el intertexto, más que una influencia, indica “una música de figuras, de metáforas, de pensamientos-palabras”; la moralidad es lo contrario de la moral, “es el pensamiento del cuerpo hecho lenguaje”; la secuencia de la obra está constituida por las intervenciones (etapa de mitología social) a las que siguen las ficcio­nes (semiología) para terminar en las explosiones, fragmentos y frases de la última etapa (textualidad y moralidad).

http://peripoietikes.wordpress.com/2010/04/25/17-nouvelle-critique-ii-roland-barthes/
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Rosas : "El que no está conmigo, está contra mí"

¡Mueran los salvajes unitarios! pregonaban los afiches propagandísticos de la época, mueran los unitarios asi no lo sean y estuvieran en contra del gobierno del Restaurador de la Leyes, bajo esta premisa Juan Manuel de Rosas como ensayando los gobiernos totalitarios que vendrían se armó de un ejército que practicó el terrorismo de estado pues sus subalternos no estaban para proteger a la ciudadanía de ese entonces sino para controlarla, reprimirla y/o eliminarla si era necesario.
Rosas ejerció su poderío políto bajo un regimen proteccionista y centralista al mismo tiempo, protegiendo la industria nacional, la suya y la de sus feudos amigos, y centrando todo alrededor del puerto bonaerense que él manejaba a gusto y paladar y que provocó la ira de otras provincias que se opusieron a su gobierno.
No solo gobernó con superpoderes (como diríamos hoy) o con poderes extraordinarios dejando sin valor las reacciones del congreso sino que llego a suprimir la independencia del poder judicial y en muuchas ocasiones se proclamó juez en algunas causas que determinó que los culpables (según su parecer como el caso de los hermanos Reinafé) deberían ser ejecutados a través del ahoracamiento.
Con estos antecedentes la gente se limitaba a hablar lo justo y necesario porque su brazo armado, los miembros de la Mazorca o Sociedad Popular Restauradora, no dudaba en perseguir, expulsar o asesinar a quienes osaran levantar la voz en contra del Gobernador de Buenos Aires, o castigaban ferózmente a aquellos que no vistieran sobre sus vestimentas una cinta color punzó admitiendo públicamente su adhesión al tirano gobernante. Y por supuesto, con este antecedente, no existió durante sus años de gobierno libertad de prensa
Con algunos favores se metió a la iglesia bajo su solapa y la hizo cómplice de todas sus tiranías  y así miles de situaciones que lo desnudan como un personaje déspota, autoritario y soberbio que detrás de la máscara de construir un gobierno nacional pudo erigirse como un gobernante que desplegó su poder con mano dura a mejor estilo de las más destacadas tiranías latinoamericanas, enfrentando a unas provincias con otras, derramando sangre patriota bajo la premisa "El que no está conmigo, está contra mí, lo que trajo como consecuencia sangrientas luchas internas y bloqueos económicos, cesantías en masa, rebajas de sueldos, reducción del presupuesto educativo, prohibiciones a las exportaciones de oro y plata, entre los más importantes.
Con estos detalles estamos en condiciones que Juan Manuel de Rosas fue el primer atisvo de las tiranías futuras, pues fácilmente las grandes potencias mundiales de nuestra contemporaneidad lo pudieron tomar como ejemplo  para ejercer algún que otro bloqueo económico, de cómo manejar a la iglesia, de cómo presionar a la población, a los intelectuales, a los periodistas, a todos, en fin un muy buen modelo de cómo ejercer un gobierno de facto con el beneplácito de algunos sectores civiles de la población, leáse en ese tiempo, los terratenientes, comerciantes y militares poderosos de esa época terrible.
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Una película muy buena: El Infierno de Dante

Hola gente, mientras navega en la red buscando ver una buena película me encontré con esta que la verdad es para recoméndarselas. Esta basada en la obra de Dante Alighieri y me pareció muy linda, muy ilustrativa, espero que la vean y dejen sus comentarios. Un abrazo, nos vemos en clase.
Este es el link para verla, hagan clic sobre él: http://www.megavideo.com/?s=dospuntocerovision&v=1YYLPX5S&confirmed=1

Importante: si despúes de una cierta cantidad de tiempo la película se detiene porque argumenta que se han excedido en el tiempo, solo tienen que prestar atención donde quedo el film y luego apagar y volver a encender el modem (el modem tiene que tener IP dinámica, por las dudas). Luego actualizan la página y activan la película desde el lugar donde quedo.
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Historia de las ideas, historia de los problemas

Compañeros y compañeras publico un artículo publicado por Yahoo en el marco del bicentenario. Me pareció muy pertinente para nosotros para realizar el trabajo sobre Rosas y además para justamente ir entendiendo un poco más nuestra historia. Lean los comentarios son muy buenos, solo publique algunos si quieren leer el resto pueden hacer click AQUI

23/05/2010
Por Juan Brodersen, de la Redacción de Yahoo! Argentina – “He aquí explicado el enigma de la revolución argentina, cuyo primer tiro se disparó en 1810 y el último aun no ha sonado todavía”. Sarmiento creyó haber explicado en “Facundo” el interrogante al que debía responder su generación, la llamada Generación del ‘37: por qué un país como la Argentina terminó siendo, básicamente, Juan Manuel de Rosas. ¿Qué problemas plantearon intelectuales y políticos como propiamente argentinos desde que sonó aquel primer tiro?
Con la primera generación de pensadores, la Generación del ’37, comenzó la producción intelectual nacional. Y tenía una tarea dura: la de constituir las bases para una Nación sudamericana. Sus máximos referentes fueron Juan B. Alberdi, Domingo F. Sarmiento y Esteban Echeverría. Alberdi escribiría las “Bases”, para darle un fundamento jurídico-político al país. Echeverría desplegaría toda su influencia romántica en “El Matadero”, para ilustrar un país en una constante tensión que iba del campo a la ciudad y de la ciudad al campo. Y Sarmiento polemizaría con, quizás, la figura más controversial de nuestro país: Juan Manuel de Rosas. Esta generación miró a Europa y Estados Unidos para buscar una solución de los problemas nacionales, con un ojo en las constituciones y la literatura extranjeras, pero siempre intentando tener otro en el suelo nacional.
Luego llegó el Centenario, con una consigna clave: ¿Qué nos hace argentinos? Fue la llamada “querella por la nacionalidad”. En 1913 Leopoldo Lugones dio una respuesta categórica: el Martín Fierro. La obra de José Hernández representaba para un Lugones empapado en modernismo (movimiento artístico de finales del siglo XIX y principios del XX) el emblema nacional: todo lo que el argentino era, eso estaba representado por el mito gaucho del Martín Fierro. Aquel que hablaba mal, escupía el asado, y se pasaba el día vigüela en mano, era el mito fundacional de los argentinos. Por supuesto, las repercusiones no tardaron en llegar: mientras el entonces presidente de la República, Roque Sáenz Peña, aplaudía a Lugones en el Teatro Odeón, una cantidad de argentinos se negaba a aceptar que el “ser nacional” estaba representado por el Martín Fierro.
El peronismo también planteó problemas similares, aunque la pregunta mutó levemente: ¿Cuál es la conciencia nacional? Teniendo a Arturo Jauretche y su imperdible “Manual de Zonceras Argentinas” del lado peronista, la mayoría de los intelectuales se opuso a ambos gobiernos de Juan Domingo Perón. En la revista “Sur”, con Victoria Ocampo, Ezequiel Martínez Estrada y Jorge Luis Borges como referentes, todo el debate se centraba en si el peronismo representaba la nacionalidad, o si más bien era una desviación en la historia argentina. Aún pueden sentirse ecos de estos debates en la política actual.
Ahora bien, este boceto de los debates intelectuales argentinos puede dar un correlato de las prácticas políticas de cada período, y es lo que puede abrir la puerta a pensar qué problemas debe resolver la Argentina en la actualidad. ¿Debemos pensar en qué nos hace argentinos? ¿De qué nos serviría, hoy, hablar de un “ser nacional”? ¿Existe tal cosa, o es una mera ficción? ¿Somos una el producto de la colonización española, o tenemos nuestra propia historia? ¿Tenemos que pensar nuestros problemas con categorías europeas y/o norteamericanas, o tenemos que generar nuestros propios moldes teóricos?
Por supuesto, hay problemas muy concretos que tiene que resolver la Argentina: la garantía de la “igualdad de oportunidades”, la erradicación de la extrema pobreza, la redistribución del ingreso, la mejora de la educación pública, la salud, y la lista es casi interminable. La administración de los recursos, como ser discutir el modo de producción minero y la utilización del agua de los glaciares, son otro tipo de problemas.
¿Y de qué serviría dar respuesta a estas inquietudes intelectuales? Pues bien, pensar conjuntamente un proyecto de Nación no es sino entrar en relación directa con políticas públicas, debatir proyectos, discutir, pelearse, animarse a no estar de acuerdo, y apostar por resolver esos problemas.
Así, la figura de Sarmiento fue muy criticada en lecturas revisionistas. Se pueden dejar de lado, sólo por un momento, ya que su caso fue muy ilustrativo: pensó qué nos hacía argentinos, escribió sobre eso, y en su presidencia (1868-1874) intentó materializar su proyecto intelectual con políticas concretas. ¿Harán falta más políticos con esa actitud (otra vez, más allá del juicio histórico que pesa sobre él), o son estos los interrogantes a los que todos los argentinos deben llamarse a reflexión hoy, a 200 años de la Revolución de Mayo?

Comentarios

  1. Valentin dice:
    CORRIJO: El 86 por ciento de los argentinos tiene ancestros europeos. Allí esta nuestra diferenica mayor con el resto de la americalatina mestiza hasta los tuetanos. El gran Alberdi sugirió redoblar esta apuesta de civilizacion pero no fue escuchado, el gran Sarmiento también, pero tampoco fue escuchado..
    Basta de renegar contra el origen europeo, basta de llorisqueos, basta de indigenismo, hasta que no nos demos cuenta que el tema pasa por ahi no vamos a dejar de ser del tercer mundo.
    Releamos a los sabios que sembraron las bases de la Patria!!
  2. claudio javier brea dice:
    Estimados compatriotas. Sarmiento fue ante todo un hombre , producto de una epoca y una concepcion de pais que deberia interpretarse bajo la optica de aquel momento y circunstancias pero su vision de futuro centrada en la educacion del ciudadano comun y su denodado esfuerzo progresista no fue superado por ningun otro hasta el momento. Es hora de hacer una sintesis que nos permita encontrarnos con Rosas y con Sarmiento y tomar de ellos un denominador comun: su amor a la patria y la defensa de los mas altos intereses. Hay que leer muy bien la historia para poder desmitificar algunos prejuicios que siguen sin hacer luz sobre los verdaderos patriotas argentinos.
  3. Inmtelectuales son los que entienden su tiempo, los que comprenden los padecimientos de su pueblo; no los que piensan las necesidades de un país de acuerdo a cómo piensan ellos. Sarmiento no fué un intelectual ni comparte con Alsina o Alberdi el privilegio de “ser los primeros en pensar el país”. Antes lo pensaron Belgrano, Castelli, Moreno, San Martín, Dorrego, Felipe Varela, etc. Sarmiento contribuyó a truncar un verdadero movimiento nacional latiniamericano para pensar un país más europeo y menos latino.
  4. maximiliano dice:
    No te gastes Roberto Messina, que todo el que defiende a sar-miente tiene el cerebro ireversiblemente lavado y colonizado. Por lo tanto no sólo no puede entender sino que tampoco quiere abrirse a la verdad!!
  5. maximiliano dice:
    Perdoname Javier Brea pero sar-miente no amaba a la patria Argentina. Amaba a Inglaterra y a EEUU. Odiaba todo lo que significara patria.
  6. Ducce dice:
    De que bases de nación sudamericana puede querer Sarmiento? Si en la primera oportunidad de invadir y destruir al Paraguay, no fallaron junto a Mitre.
    Aniquilaron injustamente una nación hermana solamente para apoderarse de sus pocas riquezas, estos sarmientos y mitristas fueron peor que los yankis. Con un poquito de poder aniquilaban a paises vecinos y a nuestros propios gauchos federales.
    Les cuento que en Asunción, el pueblo Paraguayo le puso de nombre a una calle:Domingo Sarmiento. Miren donde fue a buscar morir el asesino mas grande de nuestra historia. Que ironia de la vida

    Otros comentarios
    1. JUAN G - JUJUY dice:
      FACUNDO de Domingo Faustino Sarmiento es una extraordinaria descripción de la sociedad argentina de la época; diría el primer tratado de sociología argentina. Las ideas del Iluminismo en que se cultivaron Sarmiento y los demás de la Generación del 80 indicaban el rumbo del Progreso como única forma de proporcionar al pueblo mejor calidad de vida (en términos de hoy). Como toda gran hacedor, Sarmiento cometió errores y seguramente muchos. Pero su contribución a la creación de un GRAN PAÍS a través de la Educación, permiten catalogarlo como UN GRAN REVOLUCIONARIO y, además, con muchos huevos ! (como les gusta decir a muchos hoy en día). GLORIA Y LOOR, HONRA SIN PAR PARA EL GRANDE ENTRE LOS GRANDES, PADRE DEL AULA, SARMIENTO INMORTAL !!!
    2. JUAN G - JUJUY dice:
      Haber sido masón no lo descalifica; San Martín también lo fué. Aprendamos a calificar a la gente por lo que HACE, también por sus ideas, NO CON PREJUICIOS DERIVADOS DE RÓTULOS ESTÚPIDOS !
    3. Sarmiento fué un pensador europeo, quería hacer un país con inmigrantes del este europeo, destestaba a los gauchos, los indios y los mestizos. Creó la Educación Pública, un gran mérito; pero la llenó de contenidos nefastos. Hasta el día de hoy los niños reciben una educación que como parámetro para denigrar a los diferentes los tildan de “villeros”. “Indoeuropeos”? Dejémonos de joder, muchachos
    4. JUANCE dice:
      Coincido plenamente con Pedro y Roberto sobre los conceptos en cuanto a Sarmiento……No obstante hay que advertir que todos los seres humanos tenemos defectos y que Sarmiento tuvo una virtud que los mismos los dejó por escrito, incluso una carta a que se refiere algún comentario sobre la guerra de la triple infamia la cual no coincido con esta ni con ninguna guerra, la escribió cuando le mataron a Dominguín su hijo, así que la escribió sin medir la furia que tewnía en ese momento, pero fue EL GRAN EDUCADOR LATINOAMERICANO!!! EL DÍA DEL MAESTRO SE FESTEJA EN TODA LATINOAMÉRICA EL MISMO DÍA DE SU MUERTE….DESDE EL RÍO GRANDE EN MÉXICO HASTA USHUAIA, NO POR NADA ESE RECONOCIMIENTO DE TODOS LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS…….TODOS!!!!….JUZGUEMOS A NUESTROS PRÓCERES POR LO BUENO QUE HAN HECHO Y NO POR SUS DEFECTOS Ó ERRORES QUE HAN COMETIDO.-
      ABRAZOS TOTALES A TODOS…….
    5. jorge dice:
      Sarmiento pensó en crear una nueva Argentina sin argentinos, poner modelos europeos y americanos es lo que logró la Globalizacion, de sesta manera se trunca el sentir de argentinidad. Que conciencia de nacionalidad se puede tener si los recursos naturales que este país tiene la mayoría está en manos de capitales extranjeros , lo nuestro en realidad no es nuestro. Y para colmo de males el gobierno de turno ni siquiera fomenta la educación pública, creo que fue lo único que Sarmiento hizo bien. PIntar unas escuela en el conurbano no es apoyarla.
    6. RUBEN dice:
      No involucres a los demás en tu pensamiento. Si Sarmiento fue Padre de la Nación, entonces que fue San Martín, Belgrano, Moreno ?????. sabés que?, hablar de Sarmiento para los Argentinos es como hablar de Perón, fue bueno??, fue malo??, es una discusión que no terminará jamás salvo que como dije en otro comentario, leamos “las histórias”, no solamente la que nos enseñaron en la escuela. Un gran pensador, en los principios de la década de los 60 me dijo: La Argentina fue, es y será un país de ladrones, un sabio no???, sabés quien dijo esto??, mi viejo!!!. Nació en el campo( o sea debió haber sido ejecutado, por gaucho), trabajó 50 años en una fábrica y murió trabajando a los 69 años. Ese, y millones como El, fueron “Padre de esta Nación”. No los insultes con tanta facilidad!!!.
    7. El educador fué un instigador de perseguir y matar gauchos federales, fué un xenófobo. Conspiraba desde Chile afirmando que la patagonia era chilena, apoyó el bloqueo de Inglaterra y Fancia a Buenos Aires. No son defectos, son hechos carajo!!!
    8. Luz dice:
      Gracias a Sarmiento, no nos parecemos al resto de los paises latinoamericanos, donde la educacion publica no existe y la educacion en si es un privelegio para muy pocos, cosa q en nuestro pais no se da…. Hablo con fundamento porq he estado en varios paises de sudaca…. Saludos y felicidades a mi querida patria desde Lima,…
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Borrador Crítica: Isidoro, Perfecto y la Intrusa

En esta especie de adelanto sobre los ejes en que girara mi crítica adelantaré que se me cruzo hacer una especie de entrecruzamiento entre la relación existente entre Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Cásares y la Intrusa, en este caso la Literatura, pero con un final diferente al del libro de Borges, un final sin la mano negra de la madre de Isidoro.
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"Prefiero una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila"Mariano Moreno

Cómo escribir un discurso en una fecha tan cara para todos y cómo hacer uno que al tiempo que sea crítico desde mi punto de vista, sea también esperanzador desde el punto de vista institucional? Éstas fueron las dos preguntas que rondaron todo el tiempo en mi cabeza antes de comenzar este discurso, pero habíamos aceptado y esto es lo que pude escribir.
Hoy todo el mundo se llena la boca con una palabra considerada, por muchos, como una mala palabra, si es que existen las palabras malas, y ese término es "Revolución", un concepto que a los Argentinos, y creo que también sucede en el resto del mundo algo parecido, trae aparejado sentimientos encontrados. Cuando llegan estas fechas todos hablamos de la Revolución de Mayo, de los revolucionarios patriotas, y  en otras, tantas frases, pero cuando alguien, fuera de este contexto, la menciona, sucita la mirada desaprobadora de propios y extraños por un sin fin de prejuicios que no vienen al caso mencionar, pero a sobre esta palabra girararé mis reflexiones.
Pero situándonos en aquellos tiempos revolucionarios, tiempos en que toda la sociedad se impregnó de un sentimiento antiespañol que en más de una oportunidad terminaba con la feróz golpiza de quienes se denominan los aútenticos argentinos o criollos contra los españoles asentados en nuestras tierras. Pero las grandes preguntas que me hago son ¿Hubo realmente una revolución?¿Quiénes la hicieron? ¿Con qué intereses?¿Independientes de quien?, si, tienen razón son muchos interrogantes, pero si tratamos de responderlas tenemos que indicar que fue un cambio muy tranquilo, en España la monarquía se derrumbaba por su propio peso y aqui aplicamos la famosa frase, un poco cambiada, "a rey muerto, gobierno puesto, o sea aquellos revolucionarios solo corrieron a un virrey y marcaron su intención de no querer seguir bajo un yugo que ya no existía. Los que la protagonizaron fueron la clase más poderosa del momento los militares, la iglesia y los comerciantes que ante esta oportunidad no dudaron en hacerse "cargo" del primer gobierno patrio, todos con un gran interés: quedarse con las jugosas ganancias que el puerto bonaerense generaba y que generaría y con las grandes extensiones de tierra que estaban en manos de los pueblos originarios. 
Pero entre éstos revolucionarios habían quiénes realmente sentían que la revolución debía transmitirse como un verdadero cambio, y entre los más destacados figuran Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Juan José Castelli, don José de San Martín, Monteagudo, y otros tantos.
Éstos hombres fijaron su firme postura de fundar esta nueva nación sobre las bases de la justicia, la igualdad y la equidad. Belgrano llegó a postular, ante el asombro de todos, que el gobernante natural del virreynato debería ser un descendiente de un Inca, tal atrevimiento le valió una sútil expulsión del primer gobierno patrio, Cornelio Saavedra y sus cómplices lo enviaron al norte a defender nuestros territorios, lo mismo paso con Mariano Moreno , que viajando a Londres en una misión del primer gobierno murió envenenado, y  así con otros tantos que postularon que las tierras que estaban en manos de unos pocos señores feudales pasaran a distribuirse entre los vecinos más indigentes para que tuvieran la posibilidad de crear su propia fuente de trabajo, otros exigieron que los pueblos originarios sean respetados y que sus territorios fueran los que ocupaban en ese momento... era mucho para aquel grupo que ostentaba el poder y fueron ellos los que encontraron la forma de alejar aquellos pensamientos que iban en contra de la "patria" y cuando se quedaron solos sortearon las tierras más productivas entre ellos mismos, avanzaron en contra de los territorios de los pueblos originarios con campañas sangrientas donde no le perdonaron la vida ni a los más pequeños, fundamentando su posición con la firme intención de "apartar de toda cuestión social americana a los salvajes, por quienes sentimos, sin poderla remediar, una invencible repugnancia", frase famosa perteneciente a quien mucho se lo eleva por encima de estos hombres, por el "maestro de la patria", sí por Domingo Faustino Sarmiento.
Hay que agregar a esto que tanto Belgrano como Mariano Moreno fueron los introductores de los derechos humanos en el Río de la Plata. Moreno tradujo el Contrato Social de Rousseau, en  en cuyo prefacio sienta la famosa máxima “si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada uno no conoce lo que vale, lo que puede y lo que sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, ser tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir jamás la tiranía ”, así dedicó su juventud a promover la vigencia de los derechos, pues, como recuerda en sus memorias, el espectáculo de la Revolución Francesa lo había impresionado de tal modo que “veía tiranos dondequiera que los hombres no gozaran de unos derechos que Dios y la Naturaleza les habían concedido”.
San Martín, Alvear y Monteagudo dirigen desde la Logia Lautaro el rumbo político de la Asamblea del Año XIII, cuyos miembros tenían la memoria puesta en los debates de la Asamblea y la Convención francesas, logrando que se decrete la libertad de vientres, la abolición de la Inquisición, la quema de los instrumentos de tortura.
Hay mucho más para decir en conmemoración de tan cara fecha para todos, pero lo principal es que cada uno de nosotros debe sentir la revolución en lo más profundo de su corazón, conviriténdose en verdaderos revolucionarios de la vida, revolucionarios en nuestros lugares de trabajo, revolucionarios en nuestras las aulas, como estudiantes o como futuros profesores, pero revolucionarios trabajando honestamente, revolucionarios estudiando y compartiendo conocimiento, actualizándose, revolucionarios involucrándose en los destinos de nuestra comunidad, buscando el cambio en todos los ámbitos desde nuestras familias hasta nuestros gobiernos; revolucionarios a la hora de elegir a nuestros representantes tratándo de decidirnos entre los que se parezcan, aunque sea un poco, a Manuel Belgrano, a Juan Jose Castelli, a Monteagudo, o a nuestro Libertador General San Martín.
Para terminar tengo que destacar que Mariano Moreno fue un ser humano ejemplar, en cada uno de sus discursos se muestra siempre firme en la búsqueda de una Argentina independiente pues como él mismo decía "prefiero una libertad peligrosa a una servidumbre tranquila" así debemos recordar este bicentenario con la firme convicción que la libertad es el norte que todos debemos buscar y no defraudemos a Belgrano que antes de morir expreso un deseo esperanzador "tal vez mis buenos paisanos, que todavía los hay, trabajarán en remediar sus desgracias”, queda en nosotros pues esa meta, el objetivo de transformar esta patria en una tierra de esperanzas, convirtiéndonos en revolucionarios del amor.
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Literatura TV: Roberto Arlt

Compañeros les dejo un par de videos del programa "El Señalador" refiriéndose a Roberto Arlt, y les adelanto que dentro de poco pondre en línea una página para subir solo videos literarios. Un abrazo

Parte I


Parte II
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El matadero, un espejo de época

Leer El Matadero de Esteban Echeverría y simultáneamente leer los sucesos que se enrolan detras del texto, es como situarse frente a un gran espejo mágico que logró capturar , con gran maestría, en el reflejo, todos los detalles de más de dos décadas de gobierno del ganadero Juan Manuel de Rosas.
Es que la escena de los hechos sucedidos en el relato es, ante todo, una toma de posición de Echeverría, es un tomar distancia de lo que para la mayoría era la única alternativa, muchos convencidos por el gran temor que impuso el régimen rosista en la población.
Rosas se distinguió desde antes de gobernar Buenos Aires por sus dotes de administrador de hacienda y del ganado, fue un reconocido empresario en el rubro de los saladeros, luego se convirtió en un gran exportador de carne vacuna, y así gobernó la confederación, como si estuviera conduciendo a miles de cabezas de ganado a fuerza del látigo.
"Es así que el romántico autor crea un espejo mágico de aquella época. Mágico por la claridad con que refleja el sentimiento antirosista"
Echeverría que cuando llegó a nuestro territorio no dudó en afirmar que la literatura era sinónimo de compromiso cumplió con su postura con El Matadero. Pero Echeverría no fue un romántico sin rumbo, quería un cambio y observó que el sistema reinante no reunía los requisitos necesarios, que a la mano dura impuesta se le sumaba el retraso y el estancamiento ligados con el profundo conservadurismo arraigado en los pensamientos más profundo del Restaurador.
En este contexto enmarco su espejo, reflejó el sistema en la principal actividad que enriqueció a Rosas, el negocio del matarife. Y a este sanguinario reflejo le sumo la semblanza cómplice de la iglesia, el perfil fanático e inconciente de sus seguidores, y como para no dejar lugar a dudas en medio de la tremenda escena aparece la figura del digno unitario, desde el punto de vista  jugado de Echeverría, contrastando con el resto del paisaje.
Es así que el romántico autor crea un espejo mágico de aquella época. Mágico por la claridad con que refleja el sentimiento antirosista, por como queda reflejado en el texto todo el carácter autoritario de un gobernante argentino, que a pesar de los argumentos a sus favor, son los más que lo condenan que los que los aplauden.
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Martin Prieto: Breve Introducción a la Literatura Argentina

En este apartado les dejo unos links (al final) para leer la introducción y  el Capítulo II del libro de Martín Prieto y otras publicaciones hechas sobre su libro. También les dejo algunas críticas hechas al autor con respecto a esta forma de abordar la literatura Argentina.

Primeras recepciones críticas

“¿Cómo escribir, pues, una historia de la literatura argentina después de Borges? ¿Cómo sostener una lectura autosuficiente de nuestra tradición, más allá de su consabida proyección occidental? Martín Prieto no se formula estas preguntas en su Breve historia de la literatura argentina, lo que corrobora que encarar un proyecto semejante se ha vuelto difícil en la segunda mitad del siglo XX, sobre todo debido a la crisis de los paradigmas del discurso histórico tradicional (...). Si Rubén Darío y Juan L. Ortiz son vistos como hitos de la poesía argentina del siglo pasado, Prieto hace lo propio con [David] Viñas en la crítica; y más allá de ciertos olvidos u omisiones (autores como Copi o Soriano son pasados por alto) escribe un texto sólido, importante, que en su potencial crítico se resiste a funcionar como libro de consulta.”
Patricio Lennard, “Costumbres Argentinas”, Página/12, Radar, 9 de abril de 2006.

“El unipersonal trabajo de Prieto supone en algunos aspectos una exasperación individualista (...), resulta en exceso proclive a las sentencias sin apelación o a las apologías taxativas (del tipo ‘Eduardo Mallea es hoy más un fenómeno que un escritor’ o ‘Roberto Arlt escribió la máxima novela argentina del siglo XX”). (...) Si bien condicionado por la relativa brevedad de la Breve historia..., que favorece la elisión de procesos demostrativos, el discurso no deja de complacerse en el tomo apodíctico. En la bibliografía de las notas, se siente la falta de las mejores ediciones críticas de los textos citados (...) así como muchos aportes de la investigación más reciente. (...) Así como su faz académica resulta discutible, tampoco podría decirse que estamos frente a una obra de divulgación o un recomendable manual introductorio a la literatura argentina. Es probable que los estudiantes aprendan más de buenas ediciones anotadas y prologadas, con la guía de profesores que los estimulen a comprender la literatura nacional antes como legado y memoria imaginativa que se actualiza, que como un ring donde unos autores derriban a otros, según criterios que están lejos de ser universales, atemporales y unánimes”.

María Rosa Lojo, “Historiar las letras argentinas”, La Nación, Cultura, 28 de mayo de 2006.

"— [Prieto] Colocó a la poesía en el centro de la literatura argentina de los últimos veinte años, y ha propuesto un modo de hablar de poesía. Descubre, o cree descubrir, en ella dos polos, uno volátil, trivial y neobarroco, el otro dramático, conceptual y objetivista. Ha dado luz, en fin, a una nueva batalla homérica entre culteranos y conceptistas...
— He oído duras objeciones a su particular prosa. Indignó a los académicos por su arbitraria lectura de la historia literaria.
— Bien está que esas sirenas de alarma ululen alguna vez por algo interesante. Cierto o falso, lo que diga el libro restituye una historia con tensión vital en el lugar ocupado por estatuas prematuras".

Jorge Aulicino, “El malestar de los literatos”, Clarín, Ñ Revista de Cultura, 17 de junio de 2006.

"En el prólogo planteo una idea de T. S. Elliot, que dice que cada nueva historia arma una imagen diferente, y entonces algunos cuerpos que antes no estaban ahora aparecen y otros que estaban en primer plano pasan a un costado o al fondo. En términos de novedad, diría que desinflo a los escritores de la generación del 80 (...); desestimo la importancia textual literaria de Juvenilia o de las novelas de Cambaceres. Por otro lado, le otorgo mucha importancia a la crítica y sobre todo a la poesía, a la que equiparo con lo que se consideró el género mayor, el de la narración (...). Al contrario de como se está viendo hasta ahora, más importante que la de Lugones es la figura de Rubén Darío...”

Martín Prieto, “La literatura argentina está menguada de poetas”, Página/12, mayo de 2006.

“En proyectos como este las omisiones –y aun algunos errores– son inevitables. Señalarlos es demasiado fácil. Hay que resistirse a esa facilidad y preguntarse si el libro tiene criterios propios y sólidos. Los tiene. Una historia de la literatura, lo quiera o no, trasmite siempre a sus lectores cierta imagen de un canon personal. Prieto evita la tentación hoy tan frecuente de reformularlo incluyendo autores y autoras que a su juicio no han tenido ni suficiente calidad estética ni una incidencia efectiva en el cambio literario. Se concentra en la serie literaria concebida al modo clásico, y analiza las transformaciones de los géneros, sean formales o temáticas, centrándose en autores, obras y movimientos. La suya es una historia predominantemente ‘intraliteraria’. Minimiza lo externo y hasta los discursos próximos, como el periodístico, en muchos casos tan cercano al literario, como ocurre por ejemplo durante el rosismo o con la novela del ochenta. No obstante, la huella del contexto histórico, social y político se percibe de muchos modos. Las fechas y otros datos funcionan como puntos de referencia que activan los conocimientos del lector, quien debe aportar o ampliar su competencia.

Esta historia tiene el mérito adicional de no plegarse a los criterios de la corrección política imperante en los estudios culturales y literarios. No presenta una visión de la literatura como instrumento de dominación o de ocultamiento de operaciones ideológicas; plantea una distinción tácita entre hechos literarios y fenómenos culturales; no teme centrarse en la literatura ‘alta’; no intenta revertir lecturas clásicas ni rescatar obras y autores supuestamente olvidados o silenciados; evita las tentaciones denuncialistas y la demagogia hoy exitosa de desenmascarar mitos inexistentes. Por todo ello constituye una mezcla poco frecuente de ambición y sobriedad.”

María Teresa Gramuglio, “La historia de la literatura como desafío”.

“El desafío de esta breve historia es el de circunscribir los hechos artísticos que inauguran los textos. Pero tal desafío supone un nuevo riesgo: analizar la historia desde una perspectiva estética contemporánea. Y más aún, desde una determinada perspectiva. Nos explicamos: si Viñas lee la literatura argentina desde el realismo de Roberto Arlt –al que redescubre–, el libro de Martín Prieto parecería leer la biblioteca completa desde la propuesta estética de César Aira, un novelista que reinventa una tradición que va de Macedonio Fernández y Girondo, pasa por Osvaldo Lamborghini y llega hasta sus desaforadas y casi infinitas publicaciones. Poca historia –en el sentido fuerte del término–, actualización y sistematización de lecturas recientes en torno a las obras fundadoras de tradiciones de la literatura argentina, exposición casi periodística, problematización de las cuestiones formales, espacio destacado para el género poético, constituyen algunas de las características destacadas del volumen de Prieto, al que los docentes de literatura pueden acercarse –hay que costear los 45 pesos– para conocer las nuevas perspectivas sobre la literatura que se debaten en el ámbito académico pero con un lenguaje sin jergas, en fin, amable.”

Autor sin consignar, Reseñas


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Ensayo: El Profesor Neurus, un comprometido

El 23 de marzo se hizo un pequeño acto en nuestro instituto de "formación" docente, fue tan pequeño e insignificante que más pareció un obstáculo que demoró la salida de nuestras aulas. No hubo himno, no hubo abanderados y los discursos fueron leídos a mil por hora y la verdad que a mi me quedó la sensación que este instituto fue perdiendo algunas tradiciones escolares y sobre todo el respeto por los 30 mil desaparecidos que tienen en su haber el Proceso de Reorganización Nacional, víctimas que fueron asesinados, torturados y despojados de sus seres queridos en nombre de una identidad nacional hipócrita que aún sigue tronando entre nosotros.
Pero el acto es solo un pretexto para empezar este ensayo, aunque podrían mejorarse, porque aunque no soy de los que les gusten las formalidades creo que algunas no hay que perderlas, de todos modos mi interés en este escrito pasa por hablar del querido profesor Neurus y relacionar "compromiso y literatura", afirmando que los que logran esta maravillosa simbiosis trascienden los tiempos.
Como para volver al pasado por un rato traigo a la memoria un par de frases hechas por dos escritores del romanticismo literario argentino, me refiero a Esteban Echeverría y a Juan Bautista Alberdi. El primero, a poco de arribar a Buenos Aires y despues de haber publicado y deslumbrado a la sociedad porteña con su poema "El regreso", dirigiéndose a los diversos afectos a la literatura que se reunián en "El salón literario", les decía, haciendo referencia a la literatura, que la misma "no puede desentenderse del medio social que la engendra", y se declaraba enemigo de poemas y prosas que "no dejan rastro alguno en el corazón ni en el sentimiento".
Por su lado Alberdi diría que la literatura debe atender "al fondo más que a la forma del pensamiento, a la idea más que al estilo, a la belleza útil más que a la belleza en si' echando de este modo las bases del compromiso del intelectual para contribuir a transformar la sociedad.
Nombre a estos dos reconocidos argentinos a modo de patrón, pues cada uno de los movimientos posteriores de nuestro país tuvieron sus destacados literatos comprometidos con cambiar nuestras sociedades,
Pero debo volver al futuro y centrarme en "El Profesor Neurus", él fue periodista, escritor, dramaturgo y traductor, nació en la provincia de Río Negro y hasta el día de la fecha se encuentra desaparecido entre tantos otros que desaparecieron en nuestro país.
Pero voy a dejarme de incógnitas y misterios, el querido profesor Neurus es el sobrenombre con el que se lo conocía al periodista y escritor Rodolfo Walsh, que fue emboscado, detenido y desaparecido un 25 de marzo de 1977, un año despues de haberse instalado violentamente el Proceso de Reorganización Nacional, y esta otra relación no es para menos, el día anterior Walsh, que ya había escrito mucho sobre el régimen y que entre sus tantos amigos desaparecidos también contaba a su hija, escribió una carta dirigida nada menos que a la Junta Militar, si a los que comandaban el genocidio en la Argentina.
Esa carta, fue para los militares usurpadores del poder "la gota que rebalsó el vaso", y no era para menos, diría algún capitán chupamedias a su superior, el profesor Neurus les decía en esa carta: "El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades", y de este modo deslegitimaba su poder y los acusaba de la censura periodística, del cierre de los sindicatos y de implantar el terror en la sociedad, que según sus propios argumentos, a un año de haber tomado el gobierno por medio de las armas, los militares ya tenían en su haber "Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror".
Y así continúa su Carta Abierta a la Junta Militar y es esta acción comprometida que le valió su detención y desaparición, pero de este modo hizo carne aquella convicción de la que hablaban Echeverría y Alberdi, se convirtió en un literato comprometido con su realidad, con su ideología, con el cambio de la sociedad. 
Por ello, además de destacar este compromiso que debe haber entre el arte y el mundo, también quería indicar que en la medida que tomemos algunas posiciones muy a la ligera a la hora de abordar temas que a otros les costaron la vida nuestro compromiso societario con nuestro país se irá disgregando cada vez más y eso sucederá muy pronto si justamente esa falta de compromiso pasa justamente por parte de quienes osamos en querer ser formadores de nuestros jóvenes que constantemente estan siendo víctimas de los continuos bombardeos de quienes solo promocionan el consumismo por el consumismo mismo dejando de lado los valores que esgrimieron aquellos que sentaron las bases de una Argentina libre y soberana hace unos doscientos años.
Un abrazo 
r.f.c. 


P/D:
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Si el relato del video se adelanta, solo tienes que hacer click en el botón de la pausa, completas la acción y de nuevo play, y así hasta que termines con todo.
Buena Suerte


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